Comienza el invierno

Tamajón, Guadalajara - 20 de diciembre de 2009 - 8:10 AM

"En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, vive una aurora sonriente".

Khalil Gibran

Versión otoñal de El Mago de Oz



"Elegí este nombre porque, como en la película, la vida es un camino de baldosas amarillas, en la que andamos en compañía de otros buscando nuestros sueños..."

Txus, fundador del grupo "Mago de Oz"

El Cantábrico



Me preguntaba el motivo por el cual, cada vez que visito esta ciudad, (voy por trabajo y dispongo de poco tiempo libre) no puedo dejar de pasarme por su bahía o algún punto de su costa (como si no tuviera Santander otra cosa que ofrecerme).
Lo fácil era pensar que viviendo lejos del mar, quisiera ver algo distinto de lo que para mí es habitual. Esa era la respuesta fácil. Pero debía de haber algún otro motivo de mayor peso por el que, sin planearlo, me lleva (como un zombi) a asomarme frente a su costa.
Si fuera por ver algo "diferente", llegaría el día en que me quedase en el hotel viendo la tele, y eso no sucede.  O buscase, entre los numerosos bares, alguno diferente donde pasar un rato, pero ceno siempre en el mismo. Así que estoy convencido de que el Cantábrico ejerce en mí un embrujo poderoso (no se me ocurre otra forma de llamarlo), que de manera automática, me presento con cualquier escusa en uno de sus miradores.
Planteándomelo así, en la siguiente visita podría hacer lo contrario y evitarle, no acudir a esa cita obligada y ver si soy capaz de romper su influencia. Pero sé que es una reacción absurda, el encuentro es totalmente interesado para mí, (ahora conozco el motivo) de allí me llevo su optimismo, me llevo su fuerza y a cambio le dejo algún que otro problema y alguna que otra neura.