Donde el viento te lleve


"Reconocer y aceptar hasta sus últimas consecuencias la energía del corazón. Seguir su huella. El movimiento, el viaje, es inherente a todo vivo"

Ibn Arabi

Santa María de la Oliva

Iglesia de Santa María de la Oliva, Villaviciosa, Asturias.

Esta vez esperamos a que dieran las 5 de la tarde y entramos a visitar la iglesia de Santa María de la Oliva.
Se trata de un templo sencillo con muchos detalles decorativos bien conservados, construido en los Siglos XIII y XIV de estilo románico en transición con el gótico. En apariencia, es una iglesia principalmente románica, por sus dimensiones y la mayoría de su decoración. Pero pronto se descubren detalles que recuerdan al gótico, como el rosetón de la entrada principal.

Hice bastantes fotos en su interior, aunque de todas ellas, me quedo con ésta.

Hayedo de la Viescona


Hayedo de la Viescona, sierra del Sueve. Asturias

Gracias a la información recibida en el "Centro de interpretación de la sierra del Sueve" situado en Colunga, pudimos disfrutar de este rincón de fábula. Tiene la particularidad de ser el bosque de hayas a menor altitud sobre el nivel del mar de toda la península ibérica.
Al comienzo, el camino esta bastante enmarañado de zarzas y distintos matorrales, tanto que me hizo dudar de que fuéramos por la ruta correcta hacia el hayedo, quedan los estrechos pasillos que mantiene el paso de ganado. Al cabo de un rato andando, el sendero por fin se define en un ascenso entre rocas, desaparecen las zarzas y los avellanos y surgen las primeras hayas, acebos, algún que otro tejo y enormes helechos. En unos pocos pasos, el cambio es tan brusco que creímos llegar de visita a la época del jurásico.
Quien nos indicó el camino en el Centro de interpretación, definió esta ruta como una de las más bonitas de la sierra del Sueve. Yo no conozco otras para poder comparar, fue nuestra primera incursión por la sierra, pero me dejó con ganas de volver y descubrir esos otros bosques de los que hablan en "El reino de la niebla".

Catedral de León


Nuestro paso por León fue breve, los planes eran tan sencillos como: visita al interior de la catedral y comida en la ciudad. Es la tercera vez que paso por León, en las tres ocasiones he querido ver el interior de su catedral y en cualquiera de las tres he vuelto sin conseguirlo.
Despues de este último intento, ya me ha quedado claro que el horario de visita de la mañana, en días laborables, sea invierno o verano, es hasta las 13:30 h. Llegamos justo para ver como cerraban la puerta. Luego abren por la tarde, en los meses de verano a las cuatro, pero (que triste) incluso en vacaciones hay horarios que cumplir y no pudimos quedarnos. Otra vez será. Tengo que planificar mejor los viajes y tener en cuenta todos los horarios de visitas de los lugares que pretendo ver. De todos modos, es una lástima que no se mantenga abierto al mediodía, considerando el tipo de edificio que es.
Me contenté con fotografiar el exterior en esa hora de luz cenital tan intensa, poco atractiva y dificil (para mí) de dominar. 
La foto no es nada original, de hecho no pensaba publicarla, pero dado que no era el mejor momento del día y que sin pensármelo mucho, disparé según nos marchábamos por ese lado de la plaza, me ha gustado el resultado logrado despues de cuatro arreglos en el procesado.

Desenchufados



Se acabó lo bueno, hemos vuelto a la rutina que habíamos dejado hace unos pocos días (demasiado pocos, para mi gusto)
Todos estos días los hemos pasado planificando el tiempo sin mirar el reloj, nos hemos perdido todos los telediarios de la tarde y de la noche y hemos hecho sólo lo que nos apetecía.
Evidentemente, este plan no podía durar mucho tiempo. Sonó el despertador el día justo que lo habíamos programado y volvimos a cargar las maletas para el regreso. Me ajusté el reloj en la muñeca y planificamos el viaje para llegar a tiempo de ver el telediario de las nueve. Pensamos que algo podría haber desaparecido en nuestra "ausencia", pero nos tranquilizamos viendo que todo sigue en el mismo sitio: Los mismos protagonistas y los mismos acontecimientos que se repiten constantemente. Bien puede uno, de vez en cuando, perderse varios telediarios.