En la Catedral

Todas las Catedrales tienen sus misterios. Salamanca no iba a ser menos y su visita ha sido una de las más interesantes. Proponen un recorrido atípico por el interior de la torre y vista desde la altura de un pasillo interior a la Catedral nueva. Sé que tengo que volver, de esto me dí cuenta nada mas entrar. Quise verlo todo en poco tiempo, sacrifiqué las lecturas de la documentación y me centré en ver sus bóvedas, pasillos, terrazas, la mazmorra, el balcón de la torre Mocha, ¡¡los dos cimborrios!!... era tarde y se acercaba la hora del cierre. Llevaba tiempo sin ver a nadie, estaba solo. ¿Se acordarían los de la entrada que continuaba yo por allí?. Otro par de fotos y no quise tentar mas a la suerte, apagué la cámara, cerré el trípode y deshice el camino andado. Aún me esperaban en la entrada, en cuanto salí cerraron la puerta.

6 comentarios:

  1. :) Toda una aventura... te he seguido en cada paso...
    Es como si te retuvieran esas paredes, el espacio, la impronta que permanece en ellas...
    Esa luz en penumbra, tan sugerente, tan misteriosa, tan seductora... y ese toque de color en la vidriera... qué mundo tan lleno de sensaciones... qué riqueza emocional...¡Gracias!
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    Si me lo permites y re apetece, te sugiero que leas la entrada que está en el otro blog. Si, la meditación es una puerta abierta a lo desconocido, pero no desde el mundo conceptual, sino del espiritual. La fenomenología. Entiéndase espiritual no en lo religioso, que también lo está, sino en el metafísico. La fenomenología,es, para mi, uno de los métodos empíricos más certeros, sin dejar de lado lo investigado en la física. Mucho de lo que ahora se está diciendo desde esta disciplina está dicho por Buda ya desde que comenzó a transmitir lo que llego a descubrir, en el siglo V o VI, a.d. C.
    Su física era muy rudimentaria, pero la esencia está plasmada. Y recuerda que el budismo no es deísta sino humanista.
    En el enlace verás una perspectiva desde el cerebro, la mía es también desde fuera de él...
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    Yo también me voy de este lugar, aunque nadie esté esperando por mi para cerrar la puerta :), y me voy con el mismo placer que me acompaña cada vez que te visito, es gratificante...
    Un abrazo

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  2. Ay Roberto, cuántas veces he ido a las catedrales, cuando yo estaba por allí se les ocurrió lo del astronauta... ya ves, ha llovido desde entonces, pero tengo que decirte que este recorrido que cuentas no lo he hecho yo (sólo entraba para enseñarla a quien me visitaba y de paso pedir que aprobara los exámenes jeje y en alguna exposición que otra), pero con esto me recuerdas que hace mucho que no me doy una vuelta por allí y tendré que hacerlo ;-). Por allí me deben un Ieronimus!!! Besos, espero que hayas disfrutado de aquella ciudad.

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  3. la veo algo oscura la foto no puedo apreciarla bien de todas forma esta bien tu experiencia yo con imaginarme que me podrian dejar ahí sola no me hace ni pizca de gracia, jeje. bsos.

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  4. Ayer tuve un problema con mi comentario y no se publicó.

    Me encanta tu forma de VER, siempre nos muestras unas tomas llenas de originalidad y personalidad.
    En este caso, la penumbra de la catedral, con ese punto de luz en la vidriera que le aporta profundidad e intimidad, me encanta.

    Un abrazo

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  5. La ciudad de las dos catedrales. Conozco a alguien que se perdió a propósito por sus pasillos escondidos, llenos de misterio.

    Un abrazo.

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  6. Todas sus obras son santos.
    Que trascienden el arte.

    Yo respeto sus obras.

    Gracias por visitar mi blog.
    Y gracias por apreciar la época del Lejano Oriente.
    Saludos.
    ruma

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